El miedo no desaparece

Marco Moretti

“Tu perro tiene miedo? Ponlo frente a su mayor terror y verás cómo se le pasa.”

¡Claro, la receta mágica de los catedráticos del parque!

Porque nada dice “empatía” como exponerlo de golpe a lo que más le aterra, ¿verdad?

Si no fuera tan irresponsable y dañino, hasta sería gracioso.

El miedo no desaparece porque no tiene que desaparecer.

Existe porque es necesario, porque es una de las herramientas más poderosas que la evolución nos dio para sobrevivir.

¿El problema? No es el miedo, es cómo lo gestionamos.

Cuando forzamos a un perro a enfrentar sus temores de manera brusca, lo que hacemos es destrozar su confianza.

Tal vez parezca “calmado” después, pero esa no es calma. Es resignación. Es indefensión aprendida, ese estado en el que dejan de intentar porque nada de lo que hagan cambiará la situación.

Y aquí es donde a veces nosotros fallamos. Pretendemos que "se curen" del miedo, cuando en realidad lo único que necesitan es apoyo.

Acompañar no es empujar, es escuchar, es estar presente, incluso cuando no tenemos las respuestas.

Ahora piensa en ti. ¿Cómo te sentirías si las personas en las que más confías ignoraran tus miedos? Si en lugar de apoyarte, te empujaran a enfrentarte a ellos sin explicaciones ni seguridad. ¿Confiarías en ellos? ¿Te sentirías más fuerte o más roto?

Nuestros perros no son diferentes. No necesitan que les quitemos el miedo; necesitan que lo entendamos. Que les digamos: “Te escucho, y estoy aquí contigo.”

El miedo no es un enemigo, es una alerta. Está ahí para decirnos: “Esto no se siente seguro.” Y nuestro trabajo no es apagarlo ni forzar respuestas rápidas. Es dar tiempo, espacio y mostrarles que no están solos.

Por cierto, el miedo no se refuerza. Reconfortar a tu perro con miedo solo puede ayudarlo.

Mis perros me han enseñado que no necesitan héroes, necesitan aliados. Alguien que no los apure, que respete sus ritmos y que esté dispuesto a construir confianza, no imponer control.

Así que la próxima vez que alguien sugiera “enfrentarlo para que se le pase”, pregúntate: ¿lo hago por él o por mí? Porque gestionar el miedo no es apagarlo. Es poder seguir caminando junto a él.

💬 ¿Cómo ayudas a tu perro a gestionar sus miedos? Te leo. 👇