El ‘Experto del Parque’: El Fenómeno Que Se Reproduce Más Rápido Que Los Conejos"

Marco Moretti

Es inevitable. Estás paseando tranquilamente con tu perro cuando aparece. El ‘experto del parque’. Lo reconoces enseguida: la seguridad con la que habla, el consejo no solicitado, la pose de quien cree saberlo todo. Antes de que te des cuenta, ya está soltando una de sus joyas:

* “Ese movimiento con la mano imita la boca de la madre, ¿sabías?”

* “Si no te haces el alfa, tu perro te va a dominar.”

* “¿Por qué le hablas tanto? Los perros no entienden palabras, solo energía.”

Y ahí estás tú, atrapado entre las ganas de reírte o desaparecer. Porque, claro, el ‘experto del parque’ siempre sabe más que tú, que tu veterinario, que cualquier profesional. Es como si hubiera una escuela secreta de “Consejos Sin Fundamento 101” de donde salen en masa.

El problema es que todos hemos caído alguna vez.
Sí, todos. Esa primera vez en que, con la mejor intención, escuchaste al amigo del amigo que "ha tenido perros toda la vida" y que sabe exactamente cómo solucionar cualquier problema en 5 minutos. ¿Y qué hiciste? Probaste el consejo. Tal vez fue el clásico "ignóralo para que sepa quién manda" o el famosísimo "haz esto y sabrá quién es el líder". Y, spoiler alert, no funcionó. O peor, dañó la confianza de tu perro contigo.

Pero lo peor del ‘experto del parque’ no es lo que dice, sino lo convincente que puede sonar. Con una dosis de síndrome de Dunning-Kruger y el respaldo de su televisor, está listo para colonizar el cerebro de cualquier tutor desprevenido.

¿Cómo te defiendes de ellos?

1. No te tomes nada personal.
El ‘experto del parque’ no quiere arruinar tu relación con tu perro. Solo quiere demostrar que sabe más que tú. Una simple sonrisa y un “gracias” funcionan como repelente.

2. Recuerda de dónde viene la información.
¿De un curso serio? ¿De años de estudio? ¿O de un programa de televisión de los 90? La respuesta suele ser obvia.

3. Pregunta con calma, pero con filo.
“¿De dónde aprendiste eso?” o “¿Qué evidencia respalda esa idea?” Suelen ser suficientes para desmontar sus teorías.

4. No entres al juego.
Debatir con alguien que confunde confianza con conocimiento es como jugar ajedrez con una paloma: tirará las piezas y se irá volando creyendo que ganó.

5. Confía en ti y en tu vínculo con tu perro.
Nadie más lo conoce como tú. Si algo no resuena con lo que ves, sientes y valoras, no lo hagas. Así de simple.

La verdad incómoda:
El ‘experto del parque’ está en todas partes. Tal vez lo fuiste tú alguna vez, porque sí, el error también nos educa. Pero lo importante es aprender a filtrar.

Porque tu perro no necesita alfa, ni líder, ni mano de madre imaginaria. Necesita que lo escuches, que lo entiendas y que lo defiendas de las ideas medievales que andan sueltas por ahí.

Al final del día, tú decides a quién escuchar. Pero si algo hemos aprendido es que el volumen y la seguridad no hacen que un consejo sea válido. Y el ‘experto del parque’... bueno, tiene mucho volumen, pero poco fundamento.

¿Qué consejo absurdo has recibido alguna vez de un ‘experto del parque’?

Cuéntanos en los comentarios y compartamos un poco de humor mientras aprendemos a defendernos mejor.